
Ní(s)calos
Ingredientes
- 1 kilo de níscalos
- 5-6 dientes de ajo
- 1 guindilla
- 1 vasito de vino blanco
- tomillo
- sal y pimienta
Cómo los hago yo
En el monte seleccionar los níscalos, preferiblemente que estén prietos, cerrados, sin moho, que no tengan bicho y que no hayan sufrido los efectos de las heladas, aprovechamos para coger unas ramitas de tomillo.

Cortamos con una navaja bajo el sombrero dejando un poco del pedúnculo y depositamos en una cesta de mimbre, de este modo las esporas caerán al suelo y podremos disfrutar de estas setas la próxima temporada.
Lavamos bajo el grifo de uno en uno, retirando los restos del monte, sin sumergir nunca en agua. Partimos en trozos los más grandes.
En una cazuela aromatizamos un fondo de aceite de oliva con los ajos picaditos y la guindilla, que el ajo no se tueste, cuando empiece a tomar color agregamos los níscalos y damos unas vueltas. Añadimos el vino y evaporamos el alcohol unos minutos.
Incorporamos las ramas de tomillo, sal y pimienta, tapamos y cocinamos hasta que estén a nuestro gusto.
En mi casa se meten en frascos y al congelador para disfrutar de ellos todo el año.

